VIVE SEGÚN LO QUE ERES
No hay nada que me haga más
daño que la mentira. El engaño envenena mi alma. Enturbia la luz que ilumina mis pasos. Tengo la opción de
vivir en la verdad o vivir en la mentira. Engañar y ser
engañado. Pero en ocasiones no me siento capaz de aceptar la verdad. No
tengo fuerzas para enfrentar los hechos como son. Tengo miedo.
No soy capaz de hacer
frente a toda la verdad sobre mi vida. Mi historia, mi presente. No soy capaz
de cargar con todo y aceptar sin dudar lo que Dios quiere de mí.
Me gustan las personas humanas, verdaderas, sinceras. Que
aceptan su vida y la viven sin miedo.
La verdad me hará
libre, lo sé. Si la tomo entre mis manos y se la ofrezco a Dios. La verdad sobre lo que Él quiere que
haga con mi vida. La verdad oculta en sus planes.
Muchas veces no conoceré toda la verdad. No sabré o que me va
a pasar en el camino. No es lo más importante. Lo que vale es aceptar mi vida
tal como es, sin tapujos. Sin temer tanto lo que puede suceder mañana, pasado
mañana.
No necesito conocer
toda la verdad. No preciso saber lo que va a suceder al final del camino o mañana. No es
relevante. No hace falta que conozca
todo sobre todos. Tampoco sobre mí mismo. A lo mejor no puedo soportar tanta verdad.
Pero sí necesito saber qué
es lo que tengo que hace. Amar la verdad es necesario. Pero amando al
hombre, amando la vida concreta que vivo, amando las personas sin querer que
encajen en mi verdad. Aspiro a vivir la verdad, para que mi vida responda al
sueño de Dios conmigo.
Quiero reconocer el sueño verdadero que tiene que ver
conmigo. Quiero conocerme de verdad, a fondo, liberado de cadenas que me engañan. Liberando a otros. Aceptar la
verdad es lo que me hace libre. El
engaño es lo que me llena de ansiedad y
tristeza.
Tal vez puedo darme
cuenta de mis justificaciones. Adorno las cosas para que parezcan lo que son. Escondo mis
verdaderas razones sin reconocer mi auténtica motivación.
Tengo que mirar con sinceridad mi vida, con honestidad. Tal
vez por eso admiro tanto a las personas
honestas. No se creen nada especial. Sólo lo que son, sin máscaras. Se
enfrentan a la vida con humildad.
Me gustan las personas
sinceras. Y a mí me hace bien ser honesto en todo lo que hago y pienso. Lo
demás poco importa. Lo sé muy bien, pero de repente me encuentro justificando
todo lo que hago.
Comentarios