SOLEMNIDAD DE SANTIAGO APÓSTOL.
Es una antigua
tradición de que Santiago apóstol vino a predicar a España. Esa
tradición nos habla de que sembró la semilla de la fe en nuestra tierra con
mucho esfuerzo y trabajo, siendo animado por la Virgen María, que se le apareció.
Santiago fue testigo escogido por Jesús para anunciar lo que
había visto y oído. Transmitir la fe y
anunciar el evangelio configura la tarea del testigo. Fe y evangelio que nos
trajo de primera mano a nuestra tierra
el apóstol Santiago. De nuestro interior debe surgir un profundo sentimiento de acción de gracias por la fe
recibida.
Sentirnos
orgullosos de la fe recibida y de
haberla conservado a lo largo del tiempo
y sentirnos orgullosos de que somos
ahora nosotros los encargados de pasar
el testigo a las próximas generaciones. La fiesta de Santiago apóstol se nos ofrece como ocasión
de consolidar y dar firmeza y solidez a nuestra fe. la transmisión de la fe no
resulta fácil. Santiago experimentó las dificultades, el cansancio y el poco
fruto de su esfuerzo, pero no perdió el camino, siguió adelante. La tradición
nos habla que con el aliento de María.
La imagen del peregrino explica como ninguna otra la vida
del creyente. El cristiano se convierte en peregrino desde el bautismo
hasta la llegada al cielo. La iconografía representa a Santiago con el bordón
de peregrino y el Evangelio, características del apóstol en camino dedicado al
anuncio de la fe. En la imagen del peregrino encontramos
también características de nuestra evangelización como el valor del diálogo, de la comunicación. Necesitaremos del bastón para apoyarnos
cuando estemos cansados, bastón que nos recuerda la cruz donde apoyarnos. Aprendemos del apóstol, a
vivir la fe como peregrinos que anunciamos
a Cristo.
Tenemos que recoger el
testigo que Santiago nos legó y pasemos la antorcha de la fe a las siguientes generaciones. Pidamos la gracia necesaria,
por mediación de Santiago nuestro patrono para imitarle viviendo este
compromiso de seguir peregrinando hasta el puerto de la Salvación transmitiendo
la fe a nuestros hermanos.
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