DOMINGO 5º TIEMPO ORDINARIO CICLO B.
Las escenas evangélicas que
se nos presentan en este domingo
están llenas de detalles geográficos, humanos y espirituales.
En Cafarnaúm, en la casa de Simón y Andrés, con la
presencia de la familia y de muchos
enfermos, Jesús sana las enfermedades
del pueblo, les da consuelo, les muestra su corazón solidario. La presencia de
Jesús transforma las limitaciones humanas. Jesús se acerca a la suegra de Simón, enferma, la
toma de la mano y la levanta. La suegra
de Simón, una vez curada, se pone al
servicio de Jesús; esta es una
muestra de la respuesta humana al
proyecto de Dios. Servir es la respuesta
espontánea a la obra que Dios hace por
nosotros.
Jesús, después, se va
a un lugar tranquilo, despoblado. En soledad, en oración. Jesús también
busca espacios para el encuentro íntimo con su Padre. En esa comunicación
profunda con el Padre encuentra Jesús la fuerza para seguir predicando la Buena
Noticia del Reino. El Papa Francisco nos
invita a convertirnos en “Iglesia en
salida”, que no se quede instalada cómodamente
en lo que ya posee, a ser nosotros mismos ”pastores con olor de oveja”, compartiendo las penas y las
alegrías de aquellos a quienes evangelizamos.
Todo esto al estilo de Jesús y en “compañía”, porque no se
trata de nuestra misión, sino la de todos, la
de la Iglesia de Jesús.
¿Cuál es la respuesta
a lo que el Señor nos pide?
¿Cuánto tiempo dedicamos para el encuentro solitario y
profundo con Dios?
¡Ánimo!
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