DOMINGO 2º DE CUARESMA CICLO B

 



DOMINGO 2º DE CUARESMA CICLO B

Cada vez  tenemos  menos tiempo para escuchar. No sabemos acercarnos con calma y sin prejuicios al corazón del otro. No acertamos  a escuchar el mensaje  que todo ser humano nos puede comunicar. Encerrados en nuestros propios problemas, pasamos  junto a las personas, sin apenas detenernos a escuchar realmente  a nadie. Se nos ha olvidado el arte  de escuchar.

Por eso tampoco resulta extraño que a los cristianos se nos haya  olvidado, en buena parte,  que ser creyente es vivir escuchando a Jesús.

Cuando en el monte Tabor, la montaña  de la transfiguración, los discípulos se asustan al sentirse envueltos por las sombras  de una nube, sólo escuchan  estas palabras:”Este es mi Hijo amado escuchadle  a él”.

La experiencia  de escuchar  a Jesús hasta el fondo puede ser dolorosa, pero apasionante. Su misterio  se nos escapa. Casi  sin darnos cuenta, nos  va arrancando de seguridades que nos  son muy queridas, para atraernos hacia una vida más auténtica. En su vida y en su mensaje hay verdad.

Hemos  de  cuidar más en nuestras comunidades cristianas la escucha fiel a Jesús. Escuchadle  a él nos puede curar  de muchas cegueras, nos puede   liberar de desalientos y cobardías casi inevitable, puede infundir nuevo vigor  a nuestra fe.

La cuaresma es un tiempo en el que se nos invita  a la soledad, al silencio y a la contemplación. Es un tiempo especial para escuchar la Palabra  y dejar que se asiente en nuestro interior como fermento  de conversión, de vida nueva, y aceptando que esa palabra nos va  a empujar después  a la vida diaria, a nuestro trabajo cotidiano, a nuestra realidad más cercana y contar nuestra experiencia  de Dios

“Este es mi Hijo amado escuchadle a él”, esta palabras, deben llegar a nuestro corazón con un mensaje  de consuelo, esperanza y de exigencia.

Hagamos que nuestro corazón sea más dócil en este tiempo y se deje interpelar por lo que Dios nos dice. 

Antonio


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