DOMINGO 2ª TIEMPO ORDINARIO CICLO B

 



DOMINGO 2ª TIEMPO ORDINARIO CICLO B

S. Juan nos narra el encuentro de Jesús con varios discípulos  de Juan el Bautista. Si la pregunta  de Jesús  es curiosa:” ¿qué buscáis?, más lo es la de los discípulos:”maestro, ¿dónde vives?”. Lo normal en tiempos  de Jesús era que los discípulos buscasen a un maestro por su sabiduría, por su elocuencia, es decir, por lo que enseñaba.

En este caso los discípulos  no se cuestionan si era sabio o no, a ellos les atrae  Jesús por el dónde vive. Dice el evangelio que “vieron donde vivía y se quedaron con él aquel día”. La vida que Jesús les presenta  es la que les  atrae, les convence y les lleva  a seguirle. Después los discípulos continuarán con El al conocer su mensaje, pero  lo que les lleva a seguirle desde el principio es su vida.

Igual que un estilo de vida atrae a personas, otro estilo  de vida repele fácilmente. Hoy más que nunca en la transmisión del mensaje de Jesús cuenta mucho el estilo de vida de quienes transmitimos este mensaje. Pensad si no en las críticas  que suscitan el estilo  de vida de algunas  personas  de la Iglesia. Puede ser que el mensaje se vea obstaculizado por el estilo  de vida que ofrecemos. Una vida sencilla, transparente, coherente, cercana  a la realidad que viven muchas personas favorece la transmisión del mensaje  de Jesús.

Vida y mensaje  van unidos. A veces se comenta lo difícil que resulta hoy hablar de Jesús, de la fe en Él, de cómo la gente no oye la voz  de la Iglesia. Nos preguntamos ¿por qué? ¿No será porque nuestro estilo de vida no está  de acuerdo con el mensaje  que transmitimos? ¿No será que hablamos de doctrinas y de normas desde una postura  de seguridad en lo material y en lo espiritual que poco tiene que ver con la manera de vivir de Jesús? ¿No estamos un poco anquilosados y poco  atrayentes? Aún así hay personas que convencen  a otras más por su estilo de vida que por su mensaje. En la Iglesia también las hay. Esas personas, posiblemente si quererlo ellas, están diciéndonos que hay algo en nuestras vidas que tiene que cambiar si queremos que otros acepten y sigan a Jesús. Tenemos que convencernos que seguir  a Jesús, desde mi punto  de vista, no es tanto conocer su doctrina cuanto tratar de imitarle en sus actitudes para con los demás. Actitudes de amor, de perdón, de paz,  de justicia, de acogida. Eso fue lo que atrajo a los discípulos a quedarse con él aquel día. Eso seguirá siendo lo que atraiga a otros a seguir a Jesús hoy. Un estilo de vida de menos palabras y más vida entregada.

Antonio

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