Miércoles y Judas

 


Tal día como hoy, un miércoles...

"Seguramente Judas vaciló ante el gran portón de la casa del sumo sacerdote. Por más que quisiera engañarse a si mismo, no podía ocultársele la trascendencia del paso que iba a dar. La noche anterior todo parecía claro, pero ahora algo vacilaba dentro de él. En una cosa no podía mentirse a si mismo: sabía que al entregar a Jesús le entregaba a la muerte. Esto lo veía con claridad meridiana, aunque en la noche anterior quisiera imaginarse que tal vez los sacerdotes se limitasen a un escarmiento. No era tonto: conocía el odio de los sacerdotes hacia Jesús y sabía que la pena para el blasfemo era la muerte. Por lo demás, no estaba lejos la decapitación del Bautista. La muerte podía tardar mas o menos, pero si Jesús caía en manos de Caifas, no saldría vivo. Incluso es probable que Judas supiera- y lo demuestra el que los evangelistas lo conocieran - que Caifás había hablado ya expresamente de pena de muerte, al afirmar que era mejor que uno muriera antes que pereciera todo el pueblo.

Vida y Misterio de Jesús de Nazaret

P. José Luis Martín Descalzo.

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