DOMINGO 4º DE CUARESMA CICLO A
CREO SEÑOR, QUIERO VER.
Este domingo es el domingo Laetare es decir de la alegría. Dios nos dice: “alegraos.
Toda la liturgia nos invita a experimentar una alegría profunda, un gran gozo por la
proximidad de la Pascua. Estamos llamados, como nos recuerda la segunda lectura, a
abandonar las obras estériles de las tinieblas y producir frutos de luz. Hemos de
pasar de la oscuridad a la luz. Pero para eso es necesario ver.
Por eso el ciego de nacimiento nos representa a todos. Jesús fue causa de una gran
alegría para aquel ciego a quien le otorgó la vista corporal y la luz de la fe. “Creo,
Señor. Y se postró ante él”.
Los fariseos que se creían en la sabiduría y en la luz, permanecieron ciegos por su
dureza de corazón. El que no quiere ver, encuentra siempre razones para no ver. Los
fariseos no querían ver a Jesús como Mesías y Maestro y, por eso, buscaban
cualquier razón para desacreditarle. A los fariseos no les interesaba ver la verdad
porque la Verdad de Dios, su Mesías, dejaba al descubierto sus hipocresías y
falsedades. Lo mismo nos pasa a cada uno de nosotros en la vida ordinaria: cuando no
nos interesa que una cosa sea como es, buscamos mil razones para verla de otra
manera. La verdad de la política, el deporte, y la misma religión, es vista por cada uno
de nosotros según el color del cristal con que miramos. Por eso, es necesario
siempre hacer un gran ejercicio de sinceridad para purificar nuestra mirada. .
No queremos ver nuestra fragilidad. Somos clarividentes para señalar los defectos de
los demás, pero muy ciegos para ver los nuestros.
La Pascua está cerca y el Señor quiere comunicarnos toda la alegría de la
Resurrección. Nos invita a lavarnos en las aguas purificadoras del sacramento de la
Reconciliación. Ahí encontraremos la luz y la alegría y realizaremos la mejor
preparación para la Pascua. La Cuaresma es un tiempo idóneo para renovar nuestra
condición de ciudadanos del cielo.
Reconozcamos nuestra ceguera y dejémonos guiar por “el Buen Pastor” que nos lleva
por sendas de luz y de vida.
Antonio
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