REFLEXIÓN
DOMINGO Iº DE CUARESMA
CICLO A.
LAS TENTACIONES.
El Espíritu Santo conduce
a Jesús hasta el desierto, terreno inhóspito propio de alimañas. Lugar de silencio y austeridad.
Donde el Señor se prepara con ayuno y oración, para la más
grande empresa jamás soñada la salvación definitiva, íntegra y
eterna del hombre. También entonces tuvo la primera dificultad para cumplir la
voluntad del Padre: Jesús es tentado. En este tiempo de meditación especial y
soledad apareció, como suele suceder en momentos críticos, la tentación.
Pero las falacias y promesas mentirosas de Satanás fueron
vencidas con decisión `por Jesús.
Tener tentaciones no es algo pecaminoso o inhumanos. Las
tentaciones no son malas en sí mismo.
Son inevitables, consecuencia de nuestra naturaleza humana, que es frágil.
Además las tentaciones son útiles porque nos ayudan a conocernos más y mejor a nosotros mismos.
Nos ayuda, también, luchar contra ellas. Una lucha nunca fácil, pero en esa
pelea aprendemos a conocerlas y defendernos mejor de su acoso y nos recuerdan la urgente
necesidad que tenemos de Dios.
Hemos de pedir siempre la gracia de Dios, su ayuda para
superarlas, porque humildemente reconocemos que solos no podemos. Tener
tentaciones no es malo. Otra cosa muy distinta es que nosotros, libre y
voluntariamente busquemos o nos expongamos a la tentación.
La batalla victoriosa contra las tentaciones, que da inicio a
la misión de Jesús, es una invitación a tomar conciencia de nuestra propia
fragilidad para acoger la gracia de Dios
que nos libera del pecado. Cristo sale victorioso para abrir, también, nuestro
corazón a la esperanza y guiarnos a
vencer las seducciones del mal. Ahora que se inicia la Cuaresma es
buen tiempo para rectificar y seguir las indicaciones que el Espíritu Santo,
por medio de la Iglesia, insinúa en
nuestros corazones. Emprendamos otra vez la ruta que nos conduce a la paz y a
la alegría. Hagamos frente, con energía,
a la tentación que, como en el caso de Jesús, también nos asalta pero que, con su ayuda, también se
puede vencer.
Antonio
Comentarios