DOMINGO 31 TIEMPO ORDINARIO CICLO C

 

 



“HOY  HA  SIDO  LA   SALVACIÓN  DE  ESTA  CASA”

El Evangelio de este domingo presenta un hecho acaecido en Jericó, cuando Jesús, al llegar  a la ciudad, fue  acogido por la multitud. Allí vivía Zaqueo, el jefe  de los publicanos, rico y explotador de su pueblo. Por curiosidad él quería ver a Jesús, como era pequeño  de estatura se subió a un árbol por  donde tenía que pasar  Jesús.

El Señor concede  a Zaqueo no solo verlo, sino también conocerlo y el poder recibir  de Él  la  salvación: “es necesario que hoy me quede en tu casa”. Por medio de la  acogida  de Jesús, la casa de un hombre despreciado llega  a ser casa de salvación, y sintiendo la  alegría transformadora de saberse perdonado, y que se encuentra en el camino recto.

Jesús busca siempre, de modo especial,  a los perdidos, a los que se han equivocado de camino para conducirlos por el verdadero camino  de la vida.

Echemos un ojo a nuestro alrededor para  ayudar  a los  zaqueo que están por  ahí fuera, los que empiezan  a oír  que Jesús sigue  atravesando la ciudad, y que están tan abajo; son de baja estatura moral, por  su vida, por sus miserias. No pueden ver  bien a Jesús. Ayudémoslos a subir, a experimentar la más  grande  de las  autoestimas: saber  que Jesús, nuestro Dios y Señor quiere pasar  a su casa, entrar en sus vidas. Ayudémoslos a salir  de sus miserias, de su depredación; esto no es tarea fácil, al contrario, muy difícil. Ayudémosles, pues, con nuestra experiencia, con nuestro propio testimonio de sanación de Jesús, ”porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido”. Una salvación de Jesús para este tiempo, pero también  para un futuro eterno, que se  va acercando cada día

La  alegría del  encuentro con el Señor cambia nuestra relación con él, al igual que le pasó a Zaqueo. Si no buscamos al Señor al menos cada domingo participando en la celebración de la Eucaristía, y en nuestra oración de cada día, no lo encontraremos. Y si no salimos  de la Iglesia contentos  con el encuentro con el Señor, nuestra vida no cambiará.

Antonio

Comentarios