Día del Domund

 


DOMINGO 30º TIEMPO ORDINARIO CICLO C      DOMUND

En las lecturas  de este domingo vemos cómo Dios escucha la oración humilde y acude en ayuda del pobre para liberarle  de sus angustias. La oración y la caridad en favor  de  los más necesitados, son las vías de la misión, por la cual somos enviados para proclamar plenamente el mensaje de salvación.

Justo antes de la Ascensión al cielo, el Maestro se dirige por última vez  a  los apóstoles. A ellos, a los que han oído y han visto con sus propios ojos al Verbo  de la vida, les dice ahora” Recibiréis la fuerza  del Espíritu Santo que va  a venir sobre vosotros y seréis mis testigos.

Los discípulos han escuchado la predicación de Jesús y han reconocido que  de sus labios salen “palabras  de vida eterna” Y le han visto morir amando hasta el extremo a los suyos Los que han visto y oído le han convertido en testigos. En Pentecostés, el Espíritu Santo envía sus testigos “hasta los confines  de la tierra”, sostenidos por la oración  de la Madre de Jesús, primera testigo  del Evangelio. lo que vieron y oyeron les transformó por completo. Cada uno de ellos podrá decir como San Pablo:”¡Ay de mí si no anuncio el Evangelio!”

Alguno podría  objetar que ni ha visto ni oído lo que vieron y oyeron los discípulos. Pero Jesús nos dice  también a nosotros: “Seréis mis testigos”. ¿Qué me convierte en  testigo? Mi propia experiencia de Dios mi propio encuentro con Jesús en la oración personal, en el diálogo con Él. Escucho al Maestro en su Palabra, que leo bajo la guía de la Iglesia, mi Madre. Veo su amor  inmenso en los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. Todo cristiano es testigo de Cristo o no es cristiano, porque no se llega a ser cristiano sin experiencia del amor personal de Jesús por mí.

Que la Patrona  de las Misiones, santa Teresita del Niño Jesús nos alcance  esta gracia de conocer y acoger el amor que Dios  tiene a cada uno de nosotros y que la experiencia de ese amor nos haga sus testigos ante una humanidad necesitada de reencontrar en el amor  de Dios el sentido de su existencia.

Antonio

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