DOMINGO 6º TIEMPO ORDINARIO CICLO C. CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS.

 



“Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios”. ¿Quiénes  son estos pobres?. Dios  no bendice la pobreza material ni mucho menos la miseria, puesto que  quiere  que la remediemos con la justicia y la caridad. Jesús define como “pobres” a los que lo han dejado todo para seguirle, son los que ahora tiene  hambre, lloran o son perseguidos por la causa del Hijo del Hombre.

La experiencia nos dice lo mismo que la Escritura pone en evidencia, que los ricos  de este mundo ponen más resistencia en el seguimiento de  Cristo, precisamente por el apego a las riquezas.

Dios  bendice  a los pobres, a la gente sencilla, porque tienen más fácil la entrada en el Reino  de Dios.

Con el lema:” Nuestra indiferencia los condena al olvido” celebramos este domingo la  campaña contra el Hambre de Manos Unidas, con sus proyectos  solidarios  que además de  de hacernos sentir orgullosos por tanto bien que hacen, esta jornada vuelve a ser una llamada personal y una invitación a rezar y sostener económicamente a nuestros, enviados y misioneros por el mundo. Tenemos que actuar de tal manera que los pobres, en cada comunidad cristiana, se sientan  como  “en su casa”. ¿No sería este estilo la más grande y eficaz presentación de la buena  nueva del Reino?

Seamos Iglesia peregrina, que tiene  puestos  sus ojos sobre todo en el Cielo y que ni la pobreza ni la  riqueza nos impidan ver.

Que vivamos  siempre con generosidad y un día lleguemos todos hasta la meta final porque hemos amados a nuestros hermanos.

Antonio

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