Los ojos del corazón

 

"Los ojos del corazón ya están en nosotros y pueden ir haciéndose progresivamente más espirituales. Esta es la apasionante tarea de la vida: educar nuestra mirada, hacernos dóciles al Espíritu. De esta manera seremos capaces, bajo su luz y su guía, de captar en las cosas y en los acontecimientos el nexo con Jesucristo y de percibir lo divino. Se abrirán los ojos de nuestro corazón para encontrar y amar "a Dios en todas las cosas, y a todas las cosas en el" (San Ignacio).


Fuente: Magnificat mes de noviembre 

(pág 17), Los ojos del corazón
Irene Martín

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