Comienzan los relojes

Cuando leí esta oración, pensé en el ritmo cotidiano de cada día al levantarnos, al despertarnos...el reloj...; pero luego estás Tú Señor, con tu calma infinita...; Y me acordé del tiempo de descanso, que a pesar de la pandemia, muchos intentarán disfrutar. Espero que se acuerden de Ti, y guarden un poco de este tiempo de sosiego y de calma en los días de verano que ahora tenemos. 


Comienzan los relojes

a maquinar sus prisas;

y miramos al mundo.

Comienza un nuevo día.


Comienzan las preguntas,

la intensidad, la vida;

se cruzan los horarios.

Que red, qué algarabía.


Mas tú, Señor, ahora

eres calma infinita

Todo el tiempo está en tí.

como en una gavilla.


Rezamos, te alabamos,

porque existes, avisas;

porque anoche en el aire

tus astros se movían.


Y ahora toda la luz

se posó en nuestra orilla.


Antonio Castro

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