DOMINGO 14º TIEMPO
ORDINARIO CICLO B.
Quienes conocían a
Jesús desde su infancia no valoran su
grandeza. Sus paisanos de Nazaret, que
le vieron crecer, carecen de perspectiva para darse cuenta de su humanidad y de
su divinidad. Se asombran al contemplar al hombre, pero no ven al Hijo de Dios.
En la lectura de
Ezequiel se describe al pueblo de Israel como un pueblo rebelde, de dura cerviz
y de corazón obstinado. Esta definición
también la podemos aplicar a los hombres
de todo tiempo y lugar. En el corazón del hombre anida una actitud
de vanidad y de autosuficiencia. Este
orgullo interior nos impide acoger, valorar, y reconocer los dones que
Dios ha dado a los demás. Jesús
encuentra el rechazo de quienes le conocen. Nuestra condición humana mantiene permanentemente esta
actitud de rechazo al Señor. Así lo descubrimos en tanta gente que admira y se
asombra de la doctrina de Cristo, pero
se niega seguirlo. Forma parte de nuestra vida actual valorar una cosa y, a la
vez, ignorarla y rechazarla. Con frecuencia este comportamiento lo observamos
en muchos creyentes que seguimos admirando a Jesús, aunque no dejamos que actúe
en nuestra vida porque no le reconocemos como el Señor.
Todo el esfuerzo del evangelista radica en que descubran al
Hijo de Dios para los que no le aceptan.
Será al final del evangelio cuando descubran la clave. Al ver a Cristo en la Cruz entienden y siguen. En
esa misma contradicción vivimos nuestra fe. Tantas veces asombrados y
sorprendidos al escuchar sus palabras y
tantas veces rechazamos y olvidamos que es el Señor, nuestro Salvador. Que
nuestra sorpresa al oír las palabras de Jesús y sus obras cambien nuestro
corazón y le reconozcamos como a nuestro Dios.
En este domingo celebramos la Jornada de Responsabilidad del
Tráfico con el lema: “Cuida de él.”Buenos samaritanos en el camino, se nos
invita a tomar conciencia del valor de
la vida de los que viajan, se nos pide rezar por las víctimas de tantos
accidentes y nos compromete a ser más responsables al volante. Que San
Cristóbal, patrón de los conductores, nos sirva
de ejemplo para conducirnos mejor en la vida, ser buenos samaritanos y
llegar sanos y salvos a nuestro destino.
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