El Establo




Jesús nació en un establo.

Un establo, un verdadero establo, no es el alegre pórtico ligero que los pintores cristianos han edificado para el Hijo de David, como avergonzados de que su Dios hubiese nacido en la miseria y la suciedad. Y no es tampoco el pesebre de yeso que la fantasía confiteril de los imaginieros ha ideado en los tiempos modernos: el pesebre limpio y amable, gracioso de color, con la pesebrera linda y bien dispuesta, el borriquillo estático y el compungido buey y los ángeles sobre el techo con el festón volandero y los muñequitos de los reyes con sus mantos y los pastores con sus capuchas de rodillas a los de dos lados del zaguán. ......

Un establo, un establo real, es la casa de los animales, la prisión de los animales que trabajan para el hombre.....

El establo no es más que cuatro paredes rústicas, un empedrado sucio, un techo de vigas y lanchas. El verdadero establo, es oscuro, descuidado, maloliente, no hay limpio en él más que la pesebrera donde el amo prepara el heno y los piensos....

Este es el verdadero establo donde nació Jesús. El lugar más sucio del mundo fue la primera habitación del más puro entre los nacidos de mujer. El Hijo del Hombre, que debía ser devorado por las bestias que se llaman hombres, tuvo como primera cuna el pesebre donde los brutos rumian las flores milagrosas de la primavera.

Jesús de Nazaret. Historia de Cristo
Giovanni Papini.

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