Epifanía del Señor



Llegan al portal los mayores,
Melchor, Gaspar y Baltasar,
se inclinan con sus esplendores
y al Niño adoran sin cantar.

Dios no es rey ni parece rey,
Dios no es suntuoso ni rico, 
Dios lleva en sí la humana grey
y todo su inmenso acerico.

El cielo estrellado gravita
sobre Belén, y ese portal
a todos los hombres da cita
por invitación fraternal.

Dios está de nueva manera,
y viene a familia de obrero,
sindicato de la madera,
el humilde es el verdadero.

Junto al borrico, junto al buey
la criatura desvalida
dicen en silencio: No soy rey,
soy camino, verdad y vida.

J.Guillén.


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