Vicent Van Gogh
Kroeller Museum
Buen samaritano 1890
Van Gogh, pintor holandés, hijo de pastor protestante, tenemos hoy esta obra, de gran colorido y pinceladas únicas e inimitables. Como sabemos empezó tardíamente a pintar, cerca de los treinta años, y tuvo influencias conocidas de Jean Francoise Millet, y Eugene Delacroix; del primero admirara el dibujo y del segundo la concepción de los colores. De ambos es conocido que coleccionó grabados que estudiaba y copiaba cuando se encontraba ingresado y en recuperación.
En esta pintura se inspira en una litografía de E. Delacroix, y así se lo hace saber a su hermano Theo, en varias cartas.
Para la autora del artículo al que hoy hacemos referencia, hay una relación entre la temática del cuadro y la propia vida del pintor; pues indica que el buen samaritano puede ser su hermano Theo que recoge herido en el camino al hombre (hombre, que tiene en su frente un pañuelo,y que nos recuerda el propio autorretrato V.gogh, tras haber pasado días de convalecencia en el hospital de San Remy).
El pasaje es tomando del evangelio de San Lucas : "acercándose, le vendó las heridas (Lc 10,34); y donde vemos el gran esfuerzo que realiza para subirlo al mulo. Toda la temática de la parábola esta reflejada y así lo vemos a continuación.
Vemos siguiendo el camino, dos personajes: "un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio". (Lc 10, 31-32)
En la parte izquierda, abajo, vemos un baúl, abierto, que nos representa la idea del robo al herido.
Esta pintura hecha ya cerca de su muerte, nos evoca también el sentimiento de incomprensión que sufre el artista, hay como una identificación con el herido que espera ser ayudado; de hecho el mismo llegó a escribir "no soy indiferente y, aún sufriendo, a veces los sentimientos religiosos me traen gran consuelo".
En cuanto a la técnica, vemos como utiliza diferentes pinceladas; en los personajes centrales, son más largas y continuas, mientras que en paisaje son más cortas, intensas e irregulares.
Fuente: Magnificat nº155
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