Sueño de San Jose



Sueño de San José
Francisco de Goya
Museo de Bellas Artes. Zaragoza

Esta pintura realizada por Goya sobre 1771 se realizó para el Palacio de Sobradiel, pintura mural que fue traspasada a lienzo en 1965 para el Museo de Bellas Artes.
Desde temprana edad y como aprendiz, Goya, pasó por los talleres de José Luzan y Francisco Bayeu que le puso en contacto con la pintura italiana y francesa, así como el conocimiento de las colecciones reales, y la Fabrica de Tapices para la cual trabajo posteriormente.
Esta es una pintura de juventud, que recoge las ideas del Concilio de Trento, donde San José adquiere mayor protagonismo por ser protector de la familia y educador de Jesús. También a estas ideas contribuyo mucho Santa Teresa pues le convirtió en protector de la Orden del Carmelo. Por ello a partir del Concilio, San José se convierte en las representaciones en un personaje principal y no secundario (Medievo), y con apariencia más joven.
En la pintura vemos a San José profundamente dormido ( San Mateo.  El ángel se le apareció en sueños. Mt 1.20), apoyado en una mano, y diagonalmente al plano que vemos; también paralelamente y más abajo tenemos un bastón florido (idea recogida en algún evangelio apócrifo), y que mostraba la idea de que era el elegido para ser esposo de María.
A su lado el ángel  alado y con el rostro idealizado le vemos  con la idea de las palabras de San Mateo :  José, hijo de David, no tengas reparo en recibir a Maria como esposa tuya.
Los colores y figura del ángel aparecen más difuminados y jugando con el claroscuro, si lo comparamos con San José, que tiene un ropaje mas definido por sus pliegues y con un color más vivo.
La composición se completa, a la izquierda, con la imagen de María, sentada y recogida, vestida de azul y rojo; pero ya de un modo mas difuminado por la lejanía; y detrás del ángel y San José; esbozado una construcción que solo se intuye por el fondo oscuro.
Goya, ya deja de ver aquí a pesar de su juventud, el futuro de su pintura y como influirá de modo definitivo en la pintura posterior.
Fuente : Magnificat. Nº 103

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