Vosotros que escuchasteis la llamada



Vosotros que escuchasteis la llamada
de viva voz que Cristo os dirigía,
abrid nuestro vivir y nuestra alma
al mensaje de amor que él nos envía.

Vosotros que invitados al banquete
gustasteis el saber del nuevo vino,
llenad el vaso, del amor que ofrece, 
al sediento de Dios en su camino.

Vosotros que tuvisteis tan gran suerte
de verle dar a muertos nueva vida,
no dejéis que el pecado y que la muerte
nos priven de la vida recibida.

Vosotros que lo visteis ya glorioso,
hecho Señor de gloria sempiterna,
hacer que nuestro amor conozca el gozo
de vivir junto a él la vida eterna.

Francisco Malgosa

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