Domingo de Resurreción: Un corazón que sabe que su Jesús vive

Cantata BWV 134 - Un corazón que sabe que su Jesús vive


Esta cantata fue compuesta por J:S.Bach hacia 1724, como el texto está en alemán os dejo la traducción. Parece que fue reescrita varias veces por su autor, y se estrenó un domingo de Pascua de Resurrección en el que se narra la aparición de Cristo se aparece a los apóstoles.

Tenor:
Un corazón que sabe que su Jesús vive
siente de Jesús la renovada bondad
y solo canta la alabanza de su Salvador.
Contralto:
Cómo se alegra un espíritu creyente.
   
Aria [tenor]
   
Entonad, creyentes, amables cantos,
que brilla para vosotros una renovada luz.
El Salvador viviente os da tiempos felices,
vamos, almas, debéis preparar una ofrenda,
cumplid vuestro deber de agradecer al Altísimo.
   
Recitativo, diálogo [contralto y tenor]
   
Tenor:
Feliz tú, pues Dios ha pensado en ti,
propiedad consagrada a Dios;
el Salvador vive y triunfa poderoso
para tu salud, y para su gloria
Satán tiembla cobarde
y el mismo infierno se estremece.
El Salvador murió para tu bien
por ti bajó a los infiernos,
y hasta vertió su preciosa sangre,
para que con ella triunfes,
pues abate a los enemigos,
y cuando en tu alma penetre la batalla,
no serás vencido.
Contralto:
El poder del amor es para mí bandera
que me da heroico valor y fortaleza en la lucha.
Para prepararme la corona de la victoria,
Tú aceptaste la de espinas,
Señor y Dios mío, mi Salvador resucitado,
y ya ningún enemigo me hará daño.
Tenor:
Ciertamente, muchos son los enemigos.
Contralto:
Dios protege a las almas que en Él confían.
Tenor:
El último enemigo es la muerte y la tumba.
Contralto:
Dios lo ha dispuesto para poner fin a nuestro sufrimiento.
   
Aria [dúo de contralto y tenor]
   
Agradecemos y alabamos tu ardiente amor
y te traemos la ofrenda de nuestros labios.
El vencedor suscita alegres cantos,
el Salvador aparece y de nuevo nos consuela,
y fortalece a la iglesia militante.
   
Recitativo [tenor y contralto]
   
Tenor:
Brote, pues, de nuestros labios la alabanza,
y aunque demasiado terrenal,
que en ningún momento
hombre alguno tu obra olvide;
que el solaz de nuestro pecho,
el consuelo y la alegría
de todos los que en tu gracia confían
sean completos y perennes.
Que tu mano nos rodee
para que contemplemos la obra poderosa
que tu muerte y triunfo obtuvieron,
que por tu resurrección
no muera quien en el tiempo muere,
y por ello entremos en tu gloria.
Contralto:
Todo en nosotros te ensalza, gran Dios,
y alaba tu bondad y tu fidelidad;
tu resurrección las renueva,
tu gran victoria nos libera de los enemigos
y nos da nueva vida;
alabanza y agradecimiento te sean dados.
   
Coro [S, C, T, B]
 
Resonad, cielos, alégrate, Tierra,
alabad al Altísimo, multitud de los creyentes,
y que todos los corazones contemplen y admiren
la infinita bondad del Salvador viviente,
que nos consuela y se revela victorioso.

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