Enséñame, Señor, a perdonar !
Tus brazos en la Cruz, escarnecido,
son un abrazo abierto al que te ha herido,
la ofrenda del Amor sobre el altar.
Llagado, solo y próximo a expirar,
nos legas tu perdón en un gemido,
entregas hasta el último latido,
mas sabes volveremos a pecar.
!Enséñame, Señor, a perdonar!
Abre mis brazos ante el enemigo
y enséñame a sufrir mi cruz contigo.
Quiero amar como Tú, quiero olvidar,
decir a quien me hirió: ¡ yo te bendigo!
Sólo por Ti, Señor, mi gran amigo.
Gloria al Padre, al Hijo,
y al Espíritu Santo. Amén
Margarita R.A. Valdes
Comentarios