Inmaculada Concepción
Mariano Salvador Maella
Museo del Prado
"Pondré enemistades entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya " (Gen, 3, 15)
La enemistad de que nos habla el texto sagrado y que se da entre la mujer y la serpiente (símbolo del mal) está significando que María nunca pactó con el pecado. Por ello siempre fue limpia e inmaculada del pecado original y de todo pecado personal.
Al llamar el ángel a María llena de gracia en la anunciación, implicitamente la está llamado inmaculada. Decir llena de gracia es lo mismo que decir que María está llena de toda santidad; y la santidad está reñida con todo pecado, también con el pecado original.
Por lo que se dijo a posteriori - llena de gracia - sabemos lo que sucedió anteriormente: que María estuvo libre del pecado original. Dios, que había de habitar en el interior de María , no iba a permitir que la lava inmunda del pecado se posase en aquella alma santísima.
A María la alcanzó la redención universal de Cristo, preservándola, por singular privilegio, de todo pecado, incluido el pecado original.
Fuente: los Cien rostros de María.
Clemente Arranz Enjuto.
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