La vida siempre es un don, un regalo, una gracia



La vida no es sólo ganar o perder. Retener o dejar. A veces  lo enfocamos mal. Si ganamos tocamos la gloria. Si perdemos llegamos al infierno. Nos obsesiona la victoria. Nos amarga el fracaso. Si logramos nuestros sueños tenemos una vida lograda. Si fracasamos no habrá merecido la pena haber vivido. Pero no es así. La vida siempre es un don, un regalo, una gracia. La vida es mucho más que el éxito obtenido. Es dejarse la piel cada día, amar y ser amado, sufrir y seguir caminando. Pero es verdad que nos enseñan a ser competitivos desde pequeños y no queremos perder nada. Aprendemos a pelear por nuestros derechos, a defender con garra nuestra  posición. El orgullo, la vanidad. Queremos el triunfo a toda costa. Soñamos con los primeros puestos, con los cargos importantes, con esos logros que nadie ha alcanzado antes. Queremos ser irrepetibles, únicos, que el mundo reconozca nuestra valía. Nos obsesionamos con lo que todavía nos falta, con lo que aún no hemos conquistado. A veces no sabemos comportarnos cuando ganamos. La prepotencia nos domina. En otras ocasiones tampoco reaccionamos bien cuando perdemos. Nos excusamos o buscamos culpables sin aceptar nuestra propia culpa. ¿Cómo reaccionamos ante las contrariedades?¿Cómo nos comportamos en el éxito y en el fracaso? Nos afanamos por ser los mejores. ¿Y luego?. Cuando lo logramos, resulta que no somos más felices. Tampoco se nos niega la felicidad cuando perdemos o fracasamos en nuestros planes. Porque siempre podemos volver a empezar, a ascender la montaña. La vida es un camino. Con subidas y bajadas. La vida hoy nos sonríe. Mañana puede que se llene de amargura. No conocemos los caminos. Hoy en la vida nos va bien. Mañana podemos vivir la cruz, la pérdida, la ausencia, la enfermedad. Al fin y al cabo la suerte, el éxito, el fracaso, la gloria humana. No está en nuestras manos, se nos escapan. Lo que siempre podemos hacer es darlo todo. Hace poco me decía una persona:”No sienta tristeza. Cuando uno da todo lo que da, no puede reprocharse nada. La vida tiene estas situaciones muy  cambiantes, en las que hoy tienes todo y mañana nada, y hay que seguir”. Si lo entregamos todo tenemos que estar felices y orgullosos del trabajo realizado. Aunque no tengamos nada. Porque no todo en la vida es ganar o perder. Darlo todo es lo que cuenta. Amar hasta el extremo. Luchar sin descanso, ganemos o perdamos. Por darlo todo con humildad, con valentía, con audacia. Pero nunca perder la alegría si las cosas no resultan como queríamos.

Antonio

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