DECIR COSAS BUENAS DE
LOS DEMÁS NO CUESTA DINERO ¡ANÍMATE!
No cuesta nada elogiar el corte de pelo, decir que peinado
tan bonito llevas hoy. Qué bonita corbata, qué bien te sienta.
Tenemos el placer de
convivir con personas increíbles, que comparten historias fantástica, que
admiramos tanto, pero casi nunca llegan
a saber esa cosas buenas que pensamos
de ellas.
Dejamos pasar la risa sincera, el amor bonito y pensamos que
no hace falta decir cómo esa forma única de ser del otro es importante y cómo hace
cambiar nuestro día a día.
No elogiamos esa paella tan rica que ha hecho mamá, o ese
bizcocho que nos ha preparado. No
devolvemos gestos, no hablamos, y acabamos por no decir al otro que ocupa un
lugar muy significativo en nuestras vidas.
Ignoramos los mensajes, hacemos poses de dureza y nos
olvidamos de decirle qué bonita sonrisa
tiene, o cuánto admiramos su dedicación
en los estudios, en el trabajo, y lo gracioso que es cuando se pone serio.
Las personas insisten en mostrar su afecto con regalos caros,
cayendo en la trampa de creer que las cosas valiosas pueden ser sustituidas por
precios abusivos que nos saltan los ojos, pero no al corazón.
No cuesta dinero decirle
a ella qué bonita está con ese vestido o qué comida has preparado con
tanto cariño, y a él que elegante vas,
eres todo un señor.
Desperdiciamos nuestro tiempo diciendo tonterías, groserías,
y ofreciendo al otro cada vez menos tiempo y cada vez más nuestras fallidas
disculpas.
No cuesta nada decir cuánto nos gustan sus abrazos, sus besos,
su perfume, su sonrisa, el hoyuelo de su
mejilla.
No cuesta nada decir
cuánto le admiras y cómo le echas de
menos cuando no está contigo. Decirle qué bien te sientan las gafas, y cómo
adoras su forma de hablar de la vida, de
las cosas y del amor.
No cuesta nada decir cosas bonitas, lo que cuesta caro es el
arrepentimiento de lo que dijimos por orgullo, por comodidad o por falta de
valor, cuando ya es demasiado tarde.
Antonio
Comentarios