Entierro de Cristo (1507)
Rafael (1483-1520)
Galería Borghese. Roma
Recibe este encargo de obra del noble italiano Atalanta
Baglioni para la capilla familiar en la Iglesia de San Francisco de Perugia,
formando un conjunto que en estos momentos se reparte entre la Pinacoteca
Vaticana y la Galería de Umbría.
Rafael realiza bocetos para esta obra desde 1505, y busca en
cuerpos y rostros una mayor emotividad. Así vemos el traslado del cuerpo de
Cristo y a la vez el desmayo de la Virgen , y aprovecha el paisaje para colocar
a la derecha el monte Calvario con las tres cruces, a lo lejos.
Nicodemo y Jose de Arimatea sujetan el sudario que recoge el cuerpo de Cristo (sobre el que el pintor realiza un estudio anatómico), la mano derecha cae, y la izquierda es sujetada por Maria Magdalena, que presenta un rostro dramático. Junto a ellos San Pedro y San Juan (nimbados).Esta escena marcha hacia la izquierda donde vemos la apertura de la roca donde será enterrado y se contrapone al calvario de la derecha en la lejanía.
Nicodemo y Jose de Arimatea sujetan el sudario que recoge el cuerpo de Cristo (sobre el que el pintor realiza un estudio anatómico), la mano derecha cae, y la izquierda es sujetada por Maria Magdalena, que presenta un rostro dramático. Junto a ellos San Pedro y San Juan (nimbados).Esta escena marcha hacia la izquierda donde vemos la apertura de la roca donde será enterrado y se contrapone al calvario de la derecha en la lejanía.
La Virgen es recogida por las santas mujeres y con su
desvanecimiento aumenta la tensión y la pasión de Cristo ya muerto. En este
conjunto vemos a una joven en primer término en escorzo, como ejemplo del dominio de técnica que tenía Rafael.
Todo el conjunto guarda un gran equilibrio y se presenta
como un friso clásico de un sarcófago. También es reseñable el paisaje alejado
y luminoso del estilo de Leonardo da Vinci, del que Rafael fue un gran admirador.
Por último indicar que gracias a la composición, personajes
y colorido de esta pintura; ya en el S.XVI , Vasari, la comentaba como
“divinísima pintura”; y que su fama hiciera que el Papa Julio II le llamara para
poder trabajar en el Vaticano.
Manuel
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