Filatelia y Navidad (III)


Antes de colocarlos y organizarlos;(pues una colección tiene que organizarse, no podemos tenerlos en un cajón, donde se podían arrugar o doblar y deteriorarse), realizábamos una selección...

Los sellos que llegaban a nuestras casas estaban "matasellados"; es decir el Servicio de Correos , "marcaba" la carta y el sello como signo de que había sido procesada(sin duda durante mucho tiempo ese trabajo fue manual ) y ese matasellos podía marcar enteramente el sello o solamente podía marcar una esquina, con lo que los sellos que buscábamos eran los que más "limpios" estuvieran, y que además tuvieran todos "dientes" ( para los más jóvenes, los dientes, están en el perfil, en el borde del sello, y así se hablaba de sellos "dentados" y "sin dentar". Un sello que tuviera su perfil estropeado, y le faltaran "sus dientes", no tenía el mismo valor para nosotros. Estaba defectuoso.
Así que está claro que cuando recibíamos las cartas, despreciábamos sin más aquellos que no estuvieran integramente dentados o que el matasello fuera tan fuerte que impidiera ver la imagen del sello que caía en nuestras manos.

En 1960, se publicó el día 1 de diciembre el sello navideño de modo consecutivo al del año anterior y así de modo ininterrumpido ha llegado a nuestros días sin faltar ya año tras año a la cita.
Tuvo una tirada de 20.000.000 de unidades. En huecograbado y de color naranja, con un valor de 1 pta.
Esta vez el motivo fue La Adoración de los Reyes Magos de Velázquez.


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