Mi credo es muy sencillo, es este:
creer que no existe
nada tan hermoso,
nada tan profundo,
nada tan simpático,
nada tan razonable,
nada tan viril y
nada tan perfecto como Cristo;
y no solo que no existe nada
sino que también,
- y me lo repito con frecuencia con amor celoso -,
no puede existir nada comparable.
Más todavía,
si se me demostrara que Cristo está fuera de la verdad
y si fuera verdad que la verdad está fuera de Cristo,
preferiría permanecer con Cristo que no con la verdad.
Nietzsche
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