Lázaro



- !Lázaro sal fuera !

Y Lázaro salió del sepulcro, trompicando, porque todavía tenía fajados los pies y manos y el rostro cubierto con el sudario.

- !Soltadle y dejadle andar!.

Y todos cuatro, seguidos de los Doce y de un buen golpe de judíos estupefactos, volviéronse a casa. Los ojos de Lázaro volvieron a acostumbrarse a la luz; sus pues caminaban, aunque doloridos y se tocaba las manos. Ya la ágil Marta preparó la cena lo mejor que pudo en aquella confusión, después de cuatro días de luto, y el resucitado comió con sus hermanas y con los amigos. maría apenas probaba bocado de tanto como miraba al vencedor de la muerte, que enjuagado el rostro, paría su pan y bebía su vino, como si aquel día fuese igual que todos los demás.
      Esas son las resurrecciones que narraron los evangelistas. Y de sus relatos podemos sacar algunas observaciones, que nos dispensan de todo comentario doctoral, esto es, intempestivo.
      Jesús resucita por lo que sabemos a tres muertos, y no los resucita para hacer ostentación de su poder y herir la imaginación de los pueblos, sino únicamente movido por el dolor de quien ama a aquellos muertos: para consolar una madre, a un padre, a dos hermanas. Dos de estas resurrecciones fueron públicas, una sola, la de la hija de Jairo, en presencia de pocas personas, y a estas pocas personas les recomendó Jesús que nada dijesen.
      La cosa más importante es otra. En los tres casos, Jesús habla al muerto como si no estuviese muerto, sino tan solo dormido. Del hijo de la viuda no tiene tiempo de hablar, porque la decisión es repentina;  pero también dice, como a un muchacho que se le empereza dormir pasada ya la hora  "Joven, a ti te digo; levántante".
     Cuando le dicen que la niña de Jairo ha muerto, responde . " no ha muerto, duerme". Cuando le confirman la muerte de Lázaro, insiste: "No está muerto, duerme".
     No pretender resucitar, sí despertar. La muerte no es para Él más que un sueño. Un sueño más profundo que el sueño común y diario. Tan profundo que solo un amor sobrehumano lo rompe.Amor de los supervivientes más que del durmiente. Amor de uno que llora cuando ve el llanto de aquellos a quienes ama.

Jesús de Narazet. Historia de Cristo.
Giovani Papini.

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