Domingo de Ramos


.... lo mismo sucede en nuestros días, pese a las guerras y las pestes, que han segado millones de vidas en pocos años. Se come y se bebe, se casan , se fabrica, se compra y se vende, se escribe y se juega. Y nadie piensa en el gran día, que como ladrón, llegará ignorado, en la noche; nadie espera al verdadero dueño, que volverá de improviso; nadie escruta el cielo para ver si el relámpago surge de oriente para brillar hasta poniente.
La vida larval de los vivos es como un sueño delirante de febril pesadilla. Parecen despiertos, porque deliran tras los bienes, que son barro y veneno. No miran a lo alto, no temen más que a sus hermanos. Tal vez esperan que los despierten, a última hora, los muertos que resucitarán al aproximarse el Resucitado.

Historia de Cristo.
Giovanni Papini

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