Natividad


María llegó a Belén muy cansada y sientiéndose  molesta a causa del embarazo.
Buscaron un lugar para quedarse, pero debido al censo, la ciudad estaba llena de visitantes. Al no encontrar ningún alojamiento, se dirigieron a un establo vacío o una pequeña cueva en una ladera cercana. Se instalaron en un rincón cálido y María dio a luz a su hijo.


María envolvió al bebé en pañales y lo acostó en un pesebre. Agotados y muy aliviados, María y José dieron gracias a Dios y poco después , con los corazones llenos de gratitud, se quedaron dormidos.

Concebido divinamente y nacido con éxito, el niño fue protegido por huestes celestiales de ángeles. La sagrada familia descansó abrigada por el calor de los animales cercanos con los que compartían su morada. Cuando el niño tuviera cuarenta días, José y María lo llevarían a Jerusalén para celebrar los ritos religiosos que marcaba la tradición judía.

Jesús
Priya Hemenway

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