Inmaculada Concepción


Durante casi diecinueve siglos la iglesia, anhelo tener el sagrado depósito de su fé en la inmaculada concepción de la Virgen María.
El Papa Pío IX en el año 1854 define dogmaticamente así : " la bienventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo Salvador del género humano" (DS2803).

María se manifestó en Lourdes como inmaculada cuando después de diecisiete aparaciones dijo a Bernardette. " Yo soy la Inmaculada Concepción". Y desde entonces muchedumbrres de peregrinos en Lourdes y otros santuarios marianos, multitud de obras e instituciones puestas bajo la advocación de la Inmaculada, y la preciosa fiesta del 8 de diciembre forman un canto ininterrumpido de fé y alabanza a este mujer única, esperanza segura de la humanidad, que intercede sin cesar por los hombres ante el trono de Dios.
Imita su limpieza de pecado y lucha contra el mal moral para mejor parecerte a María Inmaculada.

Fuente: Cien rostros de María
Clemente Arranz



Rubens fue un destacado exponente del estilo barroco y uno de los mayores artistas del siglo XVII. Nació en 1577 y falleció en 1640.
Durante una estancia en Italia (1600-1608), se vio influido por el arte antiguo y el renacimiento italiano y entre 1600 y 1608, Rubens estuvo en Italia; en Mantua trabajó para los Gonzaga, pero pasó periodos en Roma y Génova. También estuvo en España.

En esta representación de la Inmaculada, Rubens nos presenta a María con el fondo de cielo, con una luz dorada (como ser sobrenatural y divino); y encumbrada en una nube, apoyando sus pies en una bola que asemeja a la luna llena ( en este caso, pues muchas veces la vemos en cuarto creciente), en él vemos la manzana de Eva y una serpiente que es pisada por la Virgen (pecado); rememora la primera mujer Eva, esposa de Adán e inicio de nuestro periplo por la historia del mundo. Ahora la Virgen es la sucesora y la que nos redime, como Inmaculada, sin tacha, sin mácula; contraponiendo este al símbolo terrenal de Adán y Eva.
Sus ropajes de amplios pliegues, son un vestido rojo ( por la pasión de Jesús su hijo), y un manto azul (símbolo del cielo eterno). Coronada por estrellas que simbolizan las virtudes de la Virgen María:
Su corona de siete estrellas, una grande al frente, tres a la derecha y tres a la izquierda simboliza los siete Sacramentos de nuestra Iglesia. La primera estrella simboliza el sacramento del Bautismo; la segunda la Confirmación; la tercera la Penitencia; la cuarta y más grande la Eucaristía; la quinta la Unción de Enfermos; la sexta el Orden Sacerdotal; la séptima el Matrimonio.

En cada una de las estrellas de su corona también se encuentran simbolizadas las virtudes de la Santísima Virgen: humildad, generosidad, castidad, paciencia, templanza, caridad y diligencia.


Por último la acompañan dos angelitos también con dos símbolos; A su lado, dos angelitos desnudos portan una corona de laurel, representando el triunfo, y una palma de martirio.

Manuel

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