Himno




Fijos los ojos en Jesús se siente
la plenitud triunfal de un grande anhelo,
como la dicha de rasgar el velo
que nubla tal visión en nuestra mente.

Es su mirada luz iridiscente,
clara fontana, místico arroyuelo,
esa aureola azul del alto cielo,
cercana voz que el corazón presiente.

El cielo esta muy cerca en su mirada
y ese azul cenital que hay en sus ojos
sólo lo ven brillar las almas puras.

Yo, mi Señor, en esta encrucijada
me arrodillo, postrándome de hinojos
ante la faz del Dios de las alturas. Amén.

José María Zandueta

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