Descanso en la huida a Egipto



Huida a Egipto
(1596-1597)
Caravaggio
Galleria Doria Pamphili. Roma

Caravaggio, dió sus primeros pasos en los círculos de Milán, en la escuela de Simone Peterzano; que le enseña las nociones iconográficas de la Contrarreforma, despertando en él la admiración por los artistas venecianos y su uso colorista. Esta obra de juventud así nos lo muestra.
Años más tarde marchará a Roma donde consolidará su carrera de la mano de mecenas como los cardenales Gorromeo y Barbieri.
Su carrera recordemos se conoce más por su gusto por el tenebrismo y la realidad en las figuras alejadas del gusto de la época, además debido a una acusación de muerte, tuvo que abandonar Roma precipitadamente y marchar a Nápoles.
En esta obra a pesar de su juventud, el autor nos muestra ya sus deseos de innovación, alejándose de patrones establecidos. El pasaje de Mt 2, 1-15 : Él se levanto, tomó de noche al niño y a su madre y huyó a Egipto. Allí permaneció hasta la muerte de Herodes. Caravaggio, se aleja de la tradición y nos presenta a la Virgen con Jesús en su regazo, tomándolo de un evangelio apócrifo.
Además vemos como personaje casi protagonista a un ángel que de espaldas al espectador cubierto con una túnica y con un desnudo idealizado (ejemplo de las esculturas clásicas que el pintor podía ver en Roma); ordena todo el resto de la escena a su alrededor, mezclando lo profano (cuerpo idealizado al modo clásico), con lo divino. 
San José se presenta sosteniendo una partitura al ángel; vestido como un campesino y con un rostro de gran realismo, y unas ropas de tonos marrones oscuros, como más tarde el pintor utilizará profusamente.
Nos podría sorprender en un primer momento la partitura y este momento musical que tenemos, pero tiene un gran significado, pues es un motete compuesto por el músico flamenco Noel Bauldewijn, titulado Quam pulchra es ! en referencia a María y por añadidura a José como esposo. !! Están amenizando su sueño !!
La Virgen y el niño vencidos por el cansancio duermen mientras el ángel interpreta. Ambos sin ningún signo de divinidad tienen a su derecha un paisaje que es influencia de este momento veneciano de su primera pintura y que Caravaggio posteriormente no colocará ya en sus realizaciones.

La idea realista del pintor queda reflejada, además de sus personajes, en detalles, como el saco y la garrafa junto a José, ó el ojo del asno, que aparece detrás de él, y que nos recuerda esta huida del pasaje evangélico.

Fuente: Magnificat. nº 2012


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