Ahora o nunca !!



Ningún minuto de tu tiempo vuelve jamás a repetirse. Pero hay encuentros, conversaciones, llamadas de teléfono, circunstancias y situaciones que, porque sabes que tienen un valor especialmente único, intentas vivir con la mayor intensidad posible, y hasta grabarías en tu memoria para poder recordarlas con detalle. Cuántas veces te has encontrado con una persona a la que hacía años no veías, has recibido un correo electrónico de alguien de quien habías perdido el contacto, o te han llamado por teléfono después de tanto tiempo, y todo sin que lo hayas previsto ni esperado. Cómo valoramos, entonces, esos momentos que sabemos pueden que no vuelvan a repetirse.

Piensa que, en el orden del bien, todas y cada una de las oportunidades y situaciones son aún más valiosas y únicas. Quién sabe si la conversación o la entrega a Dios de una persona depende de ese pequeño bien que has hecho en ese momento, no más tarde, o de esa pequeña entrega,, esa renuncia, ese detalle que no dejaste pasar. No desaproveches ninguna ocasión de hacer el bien, porque quizás nunca vuelvas a darse esas circunstancias tan propicias. Piensa  que ese momento, cada momento, es el momento de Dios, no el tuyo, para hacer ese bien concreto que se te presenta delante. Cada persona es única, cada momento es único, la vida es sólo una. No la llenes de omisiones, de tiempos vacíos, de oportunidades perdidas, porque nunca sabes si el Señor te concederá la siguiente oportunidad.

Antonio

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