¿Estamos acaso con frecuencia...

... cansados, decepcionados, tristes; sentimos el peso de nuestros pecados, pensamos que no lo podemos conseguir ?
No nos encerremos en nosotros mismos, no perdamos la confianza, nunca nos resignemos: no hay situaciones que Dios no pueda cambiar, no hay pecado que no pueda perdonar si nos abrimos a Él.


(Homilía, Misa del 30 de marzo de 2013)
Papa Francisco

Comentarios