Día 1: María, Madre, tú, la siempre ocupada en el servicio de tu casa, ilumina con tu sonrisa nuestro trabajo. Préstame tu sonrisa
Te ofrezco: tratar de sonreír a todos.
Día 2: María, Madre, tú que sabías la agustia económica de una familia pobre; enséñame a amar la pobreza ; enséñame a desprenderme para ayudar a los pobres.
Te ofrezco: dar alguna limosna.
Día 3: María, Madre, tú que olvidabas de tí para atender a los demás , enséñame a no estar siempre dándome vueltas a mí y a mis cosas, y dejar de lado mis pequeños desanimos que hace la la vida desagradable a los demás.
Te ofrezco: vivir hoy más pendiente de tí repitiéndome alguna jaculatoria.
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