Noli me
tangere ( No me toques )
Laurent
de la Hyre (1606-1656)
Museo
de Pintura y Escultura de Grenoble.
El
pintor comenzó su formación junto a su padre: Etienne de la Hyre, y fue
claramente influenciado por Jean Baptiste Lallemant. Aunque no visita Italia,
su obra si es influenciada por maestros italianos, así como por Tiziano y
Verones; alejándose de la pintura tenebrista de Caravaggio, hacia una pintura
colorista como otros pintores franceses del S. XVII.
En la
pintura vemos el tratamiento de la composición en diagonal, con el brazo de
Cristo hacia Maria Magdalena que dirige su mirada hacia el Señor, en el momento
en que ésta reconoce a Jesús después de la Resurrección.
Esta escena es desde la Edad Media ampliamente representada como una de las principales en el ciclo de la Pasión y Resurrección de Cristo.
Esta escena es desde la Edad Media ampliamente representada como una de las principales en el ciclo de la Pasión y Resurrección de Cristo.
Sin
embargo el pintor no sigue las pautas iconográficas tradicionales y hace una
más libre interpretación, ya que en la narración de San Juan, 20, 15; se dice ella creyendo que era un hortelano…..; y
aquí a Cristo no se le identifica de ese modo; está vestido con una túnica azul
( símbolo del cielo) pero como un personaje importante; en el momento en que
Cristo le dice a Magdalena: No me
toques, porque todavía no he subido a mi Padre, Jn 20, 17; ella le
reconoce y por eso aparece arrodillada y emocionada.
De modo
tradicional Cristo había aparecido vestido de blanco (Resurrección ) y con el
torso descubierto mostrando la herida del costado, hecho que tampoco aquí está
representado.
La
Magdalena también está ricamente vestida (recordándonos su pasado ), pero con
una túnica roja, que nos indica su propia pasión y arrepentimiento, y convertida
en la primera testigo de la Resurrección del Señor.
Ellos son los dos personajes centrales y quedan enmarcados en la luz del alba (momento del encuentro) ; al fondo un paisaje que se difumina lentamente para darnos la sensación de profundidad.
Ellos son los dos personajes centrales y quedan enmarcados en la luz del alba (momento del encuentro) ; al fondo un paisaje que se difumina lentamente para darnos la sensación de profundidad.
Completando
la escena a la derecha vemos un ángel, (
y no dos como en el relato): dos ángeles, vestidos de blanco, sentados en
el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús… JN 20, 12.
El
ángel sentado, apoya su mano en el sepulcro, donde vemos el sudario de Cristo,
motivo este sí, iconográfico de la narración. Por último Jesús se despedirá de
ella : anda, vete y diles a mis hermanos que voy a mi
Padre, que es vuestro Padre, a mi Dios, que es vuestro Dios. Jn 20,17
Fuente: Magnificat . nº117
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