Descubrir a Jesús



Cada hombre debe descubrir por sí mismo el secreto de Jesús,. Y aunque aprendamos de otros qué es Jesús, y aunque otros tengan la orden de enseñarnoslo, sólo por una experiencia intensamente personal sabremos quién es Jesús. En efecto, de muchas almas que creían todo lo que hay que creer y llevaban una vida justa y piadosa, podemos preguntarnos: ¿conocía esta alma al Salvador? ? Le conocía de manera íntima, como podemos conocer a nuestro amigo más cercano, o como pueden conocerse un hombre y una mujer que se aman; como sólo puede ser conocido aquel que nos habita? A menudo, el conocimiento personal y profundo del Salvador es sustituido por una suma de conocimientos adquiridos (y, por otra parte verdaderos), acerca del Salvador, pudiendo interponerse como una pantalla entre Jesús y nosotros, Señor: 

 ¿ te conozco yo verdaderamente o conozco de tí tan sólo lo que he leído o he oído decir de tí?

Un monje de la Iglesia de Oriente. Jesús, sencillas miradas al Salvador. Narcea.1989

Comentarios