Resucitación de Lázaro y Resurrección de Cristo


Resurrección de Lazaro
Juan de Flandes (?-1519)
"Y dicho esto, gritó muy fuerte: Lázaro, sal fuera". Y el muerto salió atado de los pies y manos y con vendas, y envuelta la cara en un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo y dejadlo andar" Jn 11, 43-44


Hay dos maneras de entender la palabra "resucitar":

1.- Es el caso de Lázaro. Critos resucitó a Lázaro, le devolvió la misma vida de antes. Así reanudó el mismo modo de vida que antes había interrumpido la muerte. No resuelve el problema de la muerte, pues, después de resucitar, sólo tiene y vive una especie de segunda parte de la vida de antes. El hombre es mortal por naturaleza y con esa propiedad sigue, aunque haya resucitado. Aunque Lázaro necesite del poder omnipotente de Cristo para resucitar, sin embargo esta resurrección temporal o terrestre no resuelve ninguno de los grandes problemas humanos. El que resucita o revive como Lázaro sigue amarrado a las leyes de la temporalidad, la mortalidad y la finitud.

2.-Es el caso de Cristo. No es un regresar a la vida de antes sino que venciendo el tiempo, la mortalidad y toda finitud, es revestido de inmortalidad y toda finitud, y de una vida eterna e infinita. Este misterio lo contemplamos no con la razón, sino como dice St. Tomás, con los ojos de la fé. Esto si resuelve los problemas del hombre finito al quedar la muerte vencida en Cristo y por Cristo resucitado. Cristo inaugura una humanidad nueva, sin el escollo de la muerte.

La resurrección es la entrada de Cristo en la ciudad futura. La humanidad, en virtud de la resurrección de Jesucristo, entra en una nueva condición : la filiación divina obtenida para todos los hombres.

Muchos esperan la curación de la enfermedad y desean la salud como el gran don de la existencia. Y por desear, si esto fuera posible, desearían no morir y permanecer indefinidamente en este mundo. En cambio, nos podemos preguntar ¿ hay muchos que viven el gran gozo y la maravilla de las maravillas, que es la resurreción que nos espera, como el gran don de Cristo resucitado ? Esto constituye el gran consuelo y debería ser la palanca para levantar el mundo.

Fuente: Clemente Arranz
Cien Rostros de Cristo.

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