Así se expresó Dios con su Palabra: ".. te humilló y te puso a prueba para hacerte feliz en tu porvenir" (DT 8, 16). Este fue el hilo conductor que sostuvo a los hijos de Israel en su travesia por el desierto. También lo debería ser en el desierto espiritual de nuestra vida. Déjate guiar por esas palabras y descubrirás en ellas la verdad.
El Dios de todo consuelo.
Meditaciones para cada día del año
B.Schlink
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B.Schlink
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