En este
cuadro de Murillo vemos una Adoración de
los Pastores de 1668, que se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.
Obra
barroca, nos presenta el nacimiento del Señor, que ilumina toda la escena, ante
la mirada de la Virgen y de San José. Se encuentran los pastores mirándolo con
ternura, mientras en la parte superior dos angelitos cubren la escena.
El
marco arquitectónico, simple, deja atisbar un edificio en ruinas, pared de la
izquierda, y a la derecha un armazón de madera del establo, junto a la Virgen,
vemos el buey como determinando el lugar donde se encuentran.
La
Virgen viste de rojo (símbolo de la Pasión de su hijo), y de azul (esperanza en
el cielo), y San José, con ropas humildes, más anciano y apoyado en un bastón.
En los
pastores vemos, junto a los hombres, a una mujer y a un niño, que representan
todas las edades y sexos para enmarcar la universalidad del hombre como tal y
lo que está contemplando.
El
cordero también junto a la cuna del niño, todo un símbolo de unión con el Niño
Jesús.
Por
último añado un párrafo del libro Jesucristo de G. Papini, que dice:
“ Este
es el verdadero establo donde nació Jesús. El lugar más sucio del mundo fue la
primera habitación del más puro entre los nacidos de mujer. El Hijo del Hombre,
que debía ser devorado por las bestias
que se llaman hombres, tuvo como primera cuna el pesebre donde los brutos
rumian las flores milagrosas de la primavera.”
Manuel
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