Pieter Van Lint
Adoracion de los pastores (1650)
Museo de Bellas Artes de Sevilla
Adoracion de los pastores (1650)
Museo de Bellas Artes de Sevilla
"En aquella región había unos pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño.. El ángeles dijo : No temáis, os traigo una buena noticia....."
Envuelto en pañales. Hermoso cuadro el de María ofreciendo el Niño a los pastores para que lo adoren. Cuando se les anuncia el misterio, se les dice por medio del ángel: "Aquí tenéis la señal, encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre ". (Lc 2,12)
En primer lugar, al decir "envuelto en pañales", se está indicando que una criatura está cuidada amorosamente por sus padres, en este caso por María y José. Así aparece, aparte de en otros muchos pasajes, en el libro de la Sabiduría. "Me crié entre pañales y cuidados "(Sab 7,4)
María es la que acoge el misterio de un niño indefenso, y lo hace envoviéndolo en pañales, protegiéndolo, poniendo toda su ternura y desvelo para cuidar a Jesús. en aquellos pañales podemos imaginar esas virtudes con las que María adornó su corazón convertido en la primera y dulce morada del Señor.
Los pastores adoran a Jesús. Los pastores son elegidos por Dios ( y en ellos están representados los sencillos y los hombres de buena voluntad), para que se les haga la primera manifestación de Jesús como Salvador.
María recibió gran alegría cuando vio a aquellas gentes de alta alcurnia, las cuales venían humildes y obedientes a adorar al Señor. El reino de Dios comenzaba a tener sus seguidores. Y María, con gran gozo, muestra a Jesús a los pastores. La primera manifestación de Jesús quiso el Señor que se hiciera a través de su Madre. Eva dio el fruto prohibido a Adán y eso nos perdió. María nos ofrece el fruto bendito de su vientre en aquellos humildes pastores y eso nos trae la salvación.
Tenlo muy presente : nunca se encuentra a María sin Jesús, y tampoco se puede encontrar a Jesús lejos de María. Pablo VI dijo que si queríamos ser cristianos, teníamos que ser marianos.
Fuente: Cien rostros de María
Clemente Arranz Enjuto
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