El ingenio de los pobres. Tercera parte

El imán dio un saldo y se escondió detrás de la cama, arrancó un trozo de un viejo saco  y salió corriendo a toda velocidad. En cuanto desapareció el imán, la mujer fue en busca de su marido y riéndose le dijo:

- ¿ has visto ? por lo menos ahora tenemos ropa en abundancia y de calidad.  ?sabes lo que puedes hacer ahora ? Mañana tiene una reunión Samari, pasado mañana la tiene Amiru un juicio, y el viernes Alufa debe predicar en la mezquita. Yo, lo que te propongo es que vayas a cada una de esas reuniones vestido con las ropas de sus propietarios. ¿ Que de parece ?

Al día siguiente Badugu se visitó con las topas de Samari y se fue a la reunión. en cuanto la gente lo vió comenzaron a murmurar.

- Bagudu va vestido de Samari !! Pero Samari decía:

- No, no . se parecen pero no son mis ropas. Ha debido comprarlas con su dinero.

El juicio en casa de Amiru tenía lugar dos días después, y allí se presentó nuestro amigo con las ropas de un jefe: turbante, sombrero y bastón de mando.

- ¿ Tenemos de nuevo un juez ? se preguntaba la gente.

Uno de los criados fue a ver a su jefe y le dijo:

- Bagudu viene vestido con tus ropas. '? Que hacemos ?

- No, no puede ser. Se parecen, pero no son. Bueno, ya que ha venido vestido de jefe, lo que puede hacer es reemplazarme en el juicio.

Al llegar el viernes, ya os podéis imaginar la ropa que se puso Bugudu para asistir al sermón de Alufa. En cuanto el público lo vió aparecer, la asistencia comenzó a murmurar:

- Bugudu viene vestido de imán, lleva la ropa de nuestro imán.

el imán se puso a tartamudear.

Finalmente los tres notables, llenos de vergüenza, se pusieron de acuerdo y fueron a ver a Bugudu y le dijeron.

- Por favor, deja de provocarnos. De hoy en adelante nos ocuparemos de tí y de tu mujer. Nada os faltará, pero no nos humilles.

Cuento songay del Niger. Boletín de la Sociedad de Misiones Africanas

Manuel

Comentarios