Día 13 de noviembre


Cada jornada tiene sus inquietudes y sus alegrias. A pesar de todo nada te ocurre por casualidad. Ni el más pequeño acontecimiento o hecho de tu vida se produce sin su intervención. " ¿Cae en una ciudad el infortunio sin que Dios lo haya permitido¿" (Amós 3,6). Nada ha quedado olvidado en el plan que El tiene para tu vida, para tu jornada, todo está perfectamente previsto. Aprende, pues, a descubrir la acción del Padre en cualquier acontecimiento. Lo que de El nos llega está cargado de bendición, para nuestro bien. El que acoge con amor, humildad y agradecimiento lo que Dios nos depara en cada jornada, recibirá todos los tesoros del amor divino, a través incluso de los acontecimientos que a nuestra naturaleza le cuesta soportar.

El Dios de todo consuelo
Meditaciones para cada día del año.
B. Schlink

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