Día 15 de Octubre

En la inquietud y en el ajetreo de cada  día pocas cosas dignas de bendición se realizan. Todo lo que es grande y eterno procede de los momentos de calma. Procura tener más momentos de silencio con Dios. Nada hay que esté por encima de esa expectativa silenciosa ante la presencia de Dios.
Cuanto más encarnizados sean los asaltos del trabajo y de las dificultades, tanto más deberás buscar el silencio ante Dios. Con el recogimiento y la oración te harás más fuerte en medio de las pruebas. Los asaltos hostiles solo pueden ser dominados por la tranquilidad ante Dios. Busca la presencia de Dios y todo lo que no puedas resolver por ti mismo encontrará solución.

fuente: el Dios de todo Consuelo. Meditaciones para cada día del año.
B.Schlink

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