LOS GESTOS Y LOS ACTOS.


Los gestos, los actos, tienen mucha  importancia. Aunque a veces no lo tomamos en cuenta. Lo que hacemos va dejando huella, un rastro de nuestro paso. Es verdad que un acto, mirado desde fuera, puede ser interpretado de forma diferente. Nos podemos quedar en la apariencia, en lo que parece ser. Dos actos aparentemente iguales, no siempre son iguales en su intención. La actitud interior es la que determina el valor del acto. Pero nosotros nos dejamos llevar por la primera impresión y juzgamos desde la superficie. Interpretando la intención, valoramos lo que no vemos, lo suponemos. Y pensamos que los mismos actos significan lo mismo. O interpretamos la actitud del  que los realiza, sin pensar en su historia, en su pasado, en sus circunstancias, en su momento.  Hay gestos que parecen indicar una cosa, pero tal vez no sea así. Un abrazo puede estar motivado por el cariño o simplemente por la obligación. Una mirada, una palabra. Caminar juntos no significa caminar el uno en el otro, en armonía, unidos en el alma. No siempre es así. Tampoco el hecho de vivir bajo el mismo techo significa intimidad, comunión, diálogo, amor. Los actos, eso sí, nos delatan. Pero no siempre significan lo que aparentan. A veces nos encubrimos detrás de las formas. Pretendiendo así aparecer lo que no somos o tapar lo que realmente hay en el corazón.

El ideal se expresa en formas, en gestos, en actos. Igual que el amor tiene sus expresiones que son tan importantes. Un beso, un abrazo, una caricia, una palabra de aliento, un “te quiero”. El pan partido por amor tiene un valor muy diferente que el hecho de partir un pan para hacer justicia y dar a dos personas su parte, lo que les corresponde. Unas palabras dichas en su momento y a ciertas personas tienen un valor distinto a las mismas palabras dichas en otro contexto. Por eso hay veces que ciertos actos se quedan grabados en el corazón para siempre, por su significado, por su valor. Y los mismos gestos se olvidan en otro momento. Leemos los actos, los interpretamos, los juzgamos. Nos dicen más incluso de lo que la persona quería comunicar. Una imagen vale más que mil palabras. Los actos nos ayudan a hacer realidad los ideales. Y nos permiten expresar la vida, lo que nadie ve cuando está oculto.

Antonio

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