LOS CINCO INGREDIENTES QUE NO DEBEN FALTAR EN EL MATRIMONIO.


Un matrimonio es como una receta de alta cocina: no deben faltar los mejores ingredientes. Y estos son los que no deben faltar.
 EL BUEN HUMOR.
Si bien es importante llevar una vida ordenada y con cierta estructura, igualmente es primordial ser flexible ante las circunstancias desfavorables que hacen parte de la naturalidad de la vida. Una sonrisa en medio de un ambiente tenso, puede despejar la hostilidad y cambiar el rumbo de una situación que seguramente no iba a desembocar en un buen final. El optimismo y el buen humor en el matrimonio, son síntomas de madurez, e imaginación para no tomarse a la tremenda lo que no tiene importancia.
LA CREATIVIDAD.
No es de extrañar que los quehaceres de la vida diaria desplacen los espacios que los cónyuges están llamados a compartir juntos, ¡gran error! Por ello se convierte en una idea apremiante, el buscar alternativas que rompan la monotonía e inviten a la re-conexión de la pareja.
LA COMUNICACIÓN.
La mayoría de las crisis matrimoniales tienen  el mismo origen: falta de comunicación. No hay nada que una buena plática pueda solucionar, el diálogo es una herramienta básica de toda relación humana y en especial cuando se trata de la conyugal.
Los esposos han de adoptar la comunicación como su aliada, su compañera y así llegar a conocer al cónyuge de manera tan profunda que dicho conocimiento pueda evitar situaciones que causen disgustos. Una pareja  que se comunica, es una pareja que se reconoce, que identifica las fortalezas y debilidades del otro y sabe además encontrar un apoyo en los momentos de dificultad. La comunicación genera lazos de confianza e intimidad que fortalecen la relación. Un diálogo sincero, sereno, amoroso y respetuoso hace más maravillas, incluso en ciertos casos, puede ayudar más que cualquier terapia.
EL RESPETO.
Una relación de respeto, es una relación fiel, amorosa, sincera. La actitud ”respeto” hacia lo que el cónyuge es, decide, hace y opina es básica para  que la relación de pareja no sufra heridas  que con los años si no se cuidan pueden volverse en verdaderas llagas que jamás podrán cerrarse. El respeto es la clave para una vida feliz y desde luego para un matrimonio feliz.
Las faltas de respeto resquebrajan el amor e impiden además el desarrollo humano; desterrar estas negativas conductas, se convierten en una de las búsquedas incesantes del matrimonio.
LA CONFIANZA.
Todo aquello que se basa en la confianza, tiene un éxito casi seguro. El confiar en el cónyuge, es decir, confiar en su amor, en sus capacidades, en sus promesas… es un acto que provee solidez en la relación. Depositar en el otro la confianza, es un acto de amor, es más, el matrimonio en sí mismo es una demostración, maravillosa de confianza, se entrega al otro lo mejor de sí para formar uno solo.
No olvidemos estos ingredientes que se  encuentran al alcance de los esposos para servirles, ayudarlos y mantenerlos fortalecidos.

Antonio



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