Educar a los hijos en aspectos relativos a la afectividad y a
la sexualidad no debe constituir una carga pesada y difícil, más bien debe ser
una ocasión para disfrutar la vida familiar y enriquecer la vida cotidiana.
Los padres de familia son los primeros y principales
educadores de sus hijos, también en estos temas.
Cuatro criterios claves que hay que manejar en cuestión de
educación sexual.
1º.LLEGAR A TIEMPO.
En este aspecto es
mejor no engañarse: nuestros niños saben mucho más de lo que creemos,
por eso es mejor hablar “una hora antes” que “cinco minutos después”. Ahora los
niños desde tempranas edades maneja toda clase de temas, gran parte se debe a
las facilidades que hay para acceder a la información a través de las nuevas
tecnologías. Este hecho ha llevado a que los niños y adolescentes investiguen
por ellos mismos, hallando la mayoría de las veces una información
distorsionada acerca de lo que realmente es la afectividad sexual.
Así que la primera fase de la comunicación de los hijos debe
ser dedicada a escuchar lo que piensan y dicen, o a interpretar sus silencios
ante ciertas situaciones. Por eso la necesidad de crear relaciones claras con
los hijos, de forma que sean los padres los primeros en enterarse de lo que les
sucede, aunque sean cuestiones triviales, después serán más serias.
Si ante esas primeras inquietudes, los niños encuentran acogida
por parte de sus padres, entonces los hijos confiarán en esta fuente para
futuras inquietudes sobre sexualidad.
2ª HABLAR CON CLARIDAD.
Se nota que los padres sienten demasiado temor de enfrentar
este tipo de temas y por ese mismo temor, suelen enredar sus explicaciones
hasta el punto de que a los niños pueden confundirlos más que antes de charlar
con ellos. Por lo tanto en este aspecto es fundamental que los padres se
preparen y lean sobre el trema, hablen
con otros padres de sus experiencias y tengan una consulta con los sicólogos el
colegio. Lo importante es valerse de fuentes confiables y bien orientadas.
3º BRIDAR LA INFORMACIÓN DE FORMA GRATUITA.
No se explican los mismos temas ni los mismos detalles a un
niño de 6 años que a un adolescente de 14. La información deberá ir nutriéndose
a medida que los hijos van creciendo y van reclamando mayor interés. En cuanto a los más pequeños es
recomendable qué quieren saber y a partir de ahí darles una explicación básica
sin mayores detalles, con el objetivo de que lo puedan entender y queden
tranquilos, porque se les ha brindado la información que ello solicitaban.
4º ABARCAR TODOS LOS ASPECTOS NO SOLO LOS FÍSICOS.
La educación afectiva y sexual debe abarcar la totalidad del
ser humano, no sólo los aspectos físicos. Se trata de preparar a los jóvenes para el amor. Una adecuada
educación afectiva-sexual puede marcar la diferencia en la vida de una persona,
por eso es una responsabilidad exclusiva de los padres. No se nos ha de olvidar
la regla básica de la educación: instruir con el ejemplo, ser coherentes a la
idea de sexualidad que se les transmite a los hijos y actuar en concordancia.
Antonio
Comentarios