LO QUE LOS ADOLESCENTES ESPERAN ESCUCHAR.
(A los padres con hijos adolescentes y para cuando sean)
¿ De qué hablamos con nuestro
hijo adolescente? Quizá, lo primero que se nos venga a la cabeza sean los
gritos a causa de las notas o porque el fin de semana ha llegado más tarde de
lo habitual a casa. A veces intentar comunicarse con un adolescente en crisis
es una de las tareas más difíciles. Si nos descuidamos nuestra relación puede
reducirse peligrosamente a reconvenciones y críticas.
Y sin embargo nuestro hijo tiene
necesidades especiales de comunicación, espera que tomemos la iniciativa.
He aquí algunos mensajes que
nuestros hijos están deseando oír de
nuestros labios:
“Estoy orgulloso de ti”
Con esta frase tan simple,
ayudamos a construir la autoestima de nuestro hijo. Es posible que se lo
digamos cuando consigue algún éxito, pero un adolescente la necesita especialmente
cuando falla. Estamos orgullosos de él porque es nuestro hijo… y no hacen falta
más motivos. Y sin embargo, muchos adolescentes de hoy en día pueden no tener
la suerte de escuchar este mensaje a menudo. Deberíamos estar orgullosos de
nuestro hijo y reconocerle por lo que es y por los esfuerzos sinceros que hace
por mejorar, sin compararle con otros y sin establecer metas arbitrarias como
sacar buenas notas, por ejemplo.
Puede que resulte difícil estar
orgulloso de un hijo cuando toma decisiones equivocadas o cuando falla. Sin
embargo, nunca debemos permitir que se esfume el cariño.
“Aquí estoy”
“Puedes acudir a mí para lo que te haga falta, siempre estaré para
escucharte”.
Un adolescente da mucha
importancia a poder acudir a sus padres cuando existen problemas, aunque exista
rebeldía en los momentos difíciles necesita una seguridad:”mis padres están
ahí”: hay que prestarle atención cuando lo están pasando mal, si no le estaremos dando una buena razón para
que busque consejo y ayuda en otros lugares.
Hay que escucharles, sin querer
pontificar continuamente. Así ve que nos preocupamos de las cosas en que está
interesado y que nuestro hijo es importante para nosotros, me gusta escuchar
“tus ideas y opiniones”. Se construye un ambiente de respeto y afecto mutuo.
“Quiero comprenderte”
A veces es frustrante ser padre.
Continuamente oyendo los prejuicios de los quinceañeros que afirman que somos
una generación antigua y que no les comprendemos. Qué difícil comunicarse con
los adolescentes.
Cuando nos acusan de que no les
comprendemos, muchas veces es tan sólo una manera de defenderse. Confunden “no
comprender” con “no estar de acuerdo”, por lo que no hemos de dejar que nos
manipulen. Si nos acusan, hemos de decir a nuestro hijo que nos ayude: “Quiero
comprenderte, cuéntame más, qué sientes…”
“Confío en ti”
Contar con la confianza de sus
padres, es muy importante para el adolescente. Nuestro hijo necesita que le
digamos que nuestra confianza en él se desarrollará en la medida que adquiera
nuevos conocimientos y experiencias en esas situaciones que se requiera la
confianza.
Hay razones por las que nos
cuesta a los padres confiar en los
hijos. Nos conocemos bien a nosotros mismos y seguramente hemos experimentado
de primera mano todos los riesgos, situaciones y peligros de esta etapa. Sabemos qué fácil es ceder a las presiones
del ambiente cuando no se está preparado.
No estaríamos haciendo bien
nuestro trabajo de padres si permitimos que nuestros hijos se encuentren en
situaciones donde el grado de riesgo es más elevado que su nivel de madurez.
“Te quiero”
A veces podemos perder muchas
oportunidades de expresar amor y cariñó-y de recibirlo- sólo porque no nos
hemos propuesto como un objetivo consciente. Y sin embargo, es el mensaje más
importante que los adolescentes quieren oír de sus padres.
El amor es el ingrediente de una
familia sana. Un “te quiero”, dicho en voz alta y a menudo nos ayuda saber
quiénes somos y por qué hemos nacido. Cuando un adolescente no está seguro del
amor de sus padres, lo anteriormente dicho no significa nada.
La manera de demostrar el amor a
un hijo es dedicarle TIEMPO.
Relacionarse, comunicarse, cuesta
trabajo. Esto ocurre en el matrimonio, en la amistad…. Con un adolescente
cuesta más, porque crece y gana más independencia constantemente, y por eso
puede llegar a frustrarnos. No dejemos que ocurra en nuestra familia.
Para pensar:
¿Habéis dicho alguna vez a
vuestro hijo: “Hijo: ¿Sabes que estoy orgulloso de ti, y no me importa nada
más?” la palabra orgullo aquí, se relaciona cercanamente con la de amor. Así
vuestro hijo sabrá qué queréis decirle que estáis felices porque él es vuestro
hijo..
Cuando mejoréis vuestro modo de
escuchar, vuestro hijo también aprenderá a escuchar mejor. Vuestro hijo
adolescente necesita abrir una cuenta personal de autoestima basada en lo que
es como persona, no por sus actuaciones
diarias. Así, cuando falle, puede
retirar de esa cuenta la cantidad necesaria.
Existe el peligro de poner un
nivel demasiado alto a los hijos. Si los adolescentes llegan a creer que
necesitan sacar sobresalientes para que sus padres los acepten, pueden deducir
que sus padres sólo les importan los éxitos, no las personas. Y así como
resultado, no intentarán hacer lo mejor que puedan.
Es importante que le ayudéis a
tener clara en la cabeza: se puede aceptar a
la persona aunque no se apruebe
el comportamiento. Estáis orgullosos de él porque es vuestro hijo, pero
no de lo que ha hecho, dejándoles claro que vuestro enfado se refiere a sus
acciones, no a él como persona.
Y actuar:
Podemos ser tan despistados en tantas cosas intrascendentes, que nos olvidemos de las necesidades comunicativas de
nuestros hijos. Si disponemos de una agenda de trabajo, o un calendario que
veamos todos los días, podemos hacer algún señal para recordar: Ojo en esta
semana no he hablado con mi hijo una sola vez.”
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