MARTES 12 DE MARZO
INICIO CÓNCLAVE
ELECCIÓN NUEVO PAPA
OS INVITAMOS A REALIZARLA
Hoy queremos tocar de nuevo tu
Tierra Santa, traerla aquí, hacerla nuestra.
Ayúdanos hoy a mirar nuestra vida
y a construirla de nuevo contigo, a caminar en nuestra vida como en Tierra
Sagrada, la Tierra Santa
que Tú nos invitas a construir aquí, cada día
Nazareth, pueblo hundido entre colinas.
Tu casa, María, pequeña y pobre, desapercibida entre otras, como tú
eras.
Una más en tu familia, entre tu gente, pero llena de Gracia ante Dios.
Tu casa escondida en el bullicio de Nazaret.
En tu silencio, en lo secreto, te descubrió Dios, sin que nadie se diera
cuenta.
Es en tu pequeñez donde Dios pone su mirada.
Te saluda y deja en tus manos su deseo de hacerse hombre.
Junto a Ti, Señor, delante del
sagrario, muchas veces sueño ese silencio para mi vida, ese Nazareth dónde pueda llenarme del amor de Dios y entregarle mi SI,
Sí a tus brazos, Padre,
Sí a entregarlo todo
Sí a lo que Tú me regalas cada día:
mi trabajo, mi familia, mis hijos, mi lugar en la Parroquia ,
mis pequeñas y grandes tareas,
mis alegrías, mis fracasos;
Sí a mis dones, Sí a mis errores, a mis debilidades.
Sí a seguirte tal como soy,
con lo que Tú quieras de mí,
anclado en el corazón silencioso de María.
Belén, Misterio ante un Niño.
Toda la Divinidad
y toda la Humanidad
en un bebé.
¡Cómo Dios nos hace mirar lo más grande en lo más pequeño, en lo más
pobre, en lo más indefenso!
Hemos llegado a ser pastores en su cueva, deslumbrados por la luz que
anuncia que Dios está envuelto en pañales.
Le hemos cantado, hemos llorado de emoción ante el PESEBRE.
Pero hoy me pregunto: ¿dónde está el pesebre en mi vida?
¿dónde dejo que Dios se haga niño?
¿dónde está su cuna para que pueda dormir, para dejarse abrazar por mí?
¿dónde contemplo yo al Señor?
¿dónde le busco?
Quizá sigo buscándole en otros lugares, no llego a creerme que
realmente El está en lo más pequeño, en lo que nadie mira, en la incomodidad, el frío, la incertidumbre;
en la CUEVA
de mi vida diaria.
María, enséñame a cuidar del
Niño, a quererlo en cada cosa pequeña que me pasa, en mis hijos, en mi esposo, en mi esposa, en cada dificultad, en cada lugar donde me
pida estar.
Enséñame a hacer Sagrado cada momento de mi vida, por difícil que sea,
como tú lo hiciste en aquella cueva fría de Belén, junto a José.
Ayúdame a saber ser pesebre,a esperarle siempre en mi pobreza, en cada momento, en cada lugar, en cada persona que llame a mi puerta.
Tabor, Jordán, Cafarnaún, Mar de
Galilea, Primado de Pedro
Jesús, hemos contemplado nuestra vida desde tu MONTE, hemos orado
contigo al Padre desde el Tabor. Allí te hemos sentido como el centro de todo lo nuestro,Tú, como nuestro reposo.
Señor, hemos visto volar tu Espíritu en el Jordán,nos has lavado, nos has sanado, nos hemos vuelto a sumergir en tu AGUA Viva, hemos vuelto a nacer contigo en aquélla tarde junto al río.
Por la mañana hemos sentido tus pasos en la sinagoga; hemos oído tu voz fuerte, nos has curado con tus manos, con tu amistad.
Hemos visto tu paz en el lago, en nuestra barca, tu fuerza en el viento, en la lluvia,
tu saludo en el sol que se asoma. Nos has llamado por nuestro nombre, hemos comido junto a Ti, nos has mirado a los ojos en tu playa, y una vez más me has preguntado: ¿ME AMAS?
¿Qué quieres de mí, Jesús?
¿qué puedo darte yo ahora, tal como ahora me encuentro, tal como soy, tan imperfecto?
¿Cómo puedo encontrar tu MIRADA en mi vida?
Sé que en tu mirada de Amor todo lo puedo, a pesar de mi debilidad.
Señor, aquí estoy, mírame a los ojos, pregúntame de nuevo si te amo.
Betania
con las puertas abiertas para quien quiera entrar. Nuestra casa, nuestro Hogar como
jardín donde reine la alegría, donde el servicio y el amor sean sombra que refresca y cobija.
¡Qué felicidad cuando estás con nosotros, cuando tu perfume inunda
todos nuestros rincones y nuestra casa se llena de tu paz!
¡Cuánto nos amas!
Pero también sabemos que tienes que partir, que tu vida es entrega para hacer la voluntad del Padre y nos invitas a ir contigo…
¡Sí, Jesús! Con el corazón arraigado en nuestra Parroquia y firme en la
fe, vamos en pos de Ti.
Cenáculo, casa de Caifás,
Getsemaní
María nos reunió allí, como también nos reúne aquí, para implorar junto
a Ella tu presencia en nuestras vidas, en nuestro cenáculo-corazón.
También contigo, María, hemos tocado el suelo de ese pozo oscuro donde
oramos y lloramos por la soledad de tu hijo, por su miedo, su abandono…
Jesús, en tu DOLOR hemos dejado nuestros dolores, en tus miedos hemos
reposado nuestros miedos, nuestro Getsemaní, nuestra
impotencia ante el sufrimiento.
Otra vez nos hemos dormido, Señor; en el huerto nos has vuelto a perdonar,nos has vuelto a despertar…despertar en nuestra vida ante el dolor del
que está a nuestro lado.
Mantennos despiertos en la oración; despierta nuestras manos dormidas, nuestros pies cansados, nuestro corazón parado, para estar atentos a lo que cada día está por venir…
Vía crucis, Gólgota, Sepulcro
Nuestro canto se ha quedado flotando en aquél camino tan ajeno a tu
Calvario. Hemos podido hacer algo más sagrado el aire de aquél camino, ahora
lleno de bullicio, y en donde Tú cargaste con tu cruz, te caíste, nos miraste
con amor, nos dejaste llorar contigo, nos aliviaste de nuestro dolor para
cargarlo en tu madero.
En silencio hemos tocado la roca del Gólgota. Jesús, la huella de tu cruz se ha quedado en nuestras manos. Déjanos estar junto a tí siempre, aunque haya momentos difíciles,
oscuros; déjanos estar de pie en tu ROCA firme, como tu Madre, como Juan.
Danos esa fe para amarte a pesar de todo. Esa fe que es tu roca, que
permanece siempre, aunque a veces se agriete con nuestra debilidad, con nuestro abandono.
La soledad de tu sepulcro vacío nos anima a salir a buscarte en nuestro
camino,a proclamar que estás vivo, que vives entre nosotros.
Así queremos contarlo. Así queremos vivirlo.
Que otros puedan verte vivo en nuestro amor, en nuestra entrega, en
nuestra unión, en nuestro Grupo de Matrimonios, en nuestra alegría de haberte
encontrado.
Señor, auméntanos la fe, haznos roca firme contigo.
Emaús
Señor, ya es de noche y estamos de regreso a Emaús. Nuestra historia personal y matrimonial es ya un largo CAMINO junto a
Ti. Aún así, ¡tantas veces no te conocemos!
¡Qué fe tan débil, qué confianza tan frágil! ¿No nos has hablado siempre
al corazón?
Tenemos nuestros ojos y nuestro corazón puestos en otras cosas y somos
incapaces de reconocer, de interiorizar que es junto a Ti cuando nuestra vida
es plenamente feliz.
Pero Tú no fuerzas. Sabes que el camino es largo y requiere tiempo. Cada uno el suyo. Y sin embargo siempre estás cerca. Porque nos conoces y sabes que a veces se nos hace difícil avanzar.
Entonces, tranquilamente, en el silencio del camino nos llamas por
nuestro nombre,
te sientas a la mesa y partes el PAN.
¡Qué hermosas son tus huellas en nuestra vida!.
Señor, ¡hay tantas cosas que no comprendemos!,
¡tantas cosas que no van como queremos!,
¡tantas debilidades que nos hacen sufrir!.
Sabemos que Tú nos amas y ahora que el día se va acabando y también
mañana cuando amanezca, te pedimos ¡QUÉDATE CON
NOSOTROS!
Autor: Antonio Cabrera
GRACIAS ANTONIO POR ESTA PRECIOSA ORACIÓN/MEDITACIÓN
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